Tras un periodo de ralentización, iniciado en 2008 con la implantación del denominado impuesto al sol y la crisis económica, en los últimos años la energía fotovoltaica generada en España está creciendo a marchas forzadas, con crecimientos cercanos al 100% año tras año.
La derogación del polémico impuesto al sol fue el 1er paso en la aceleración del sector, que se ha convertido en el abanderado de las energías renovables en nuestro país gracias a la amplia radiación solar con la que contamos todo el año en nuestro territorio. La progresiva ampliación del autoconsumo solar está trayendo una serie de beneficios tanto a los usuarios de los paneles fotovoltaicos como del resto de la sociedad.
Electricidad en sitios remotos
Las instalaciones fotovoltaicas permiten a poblaciones remotas y lugares alejados del suministro eléctrico tradicional tener electricidad. Al calcular la demanda energética del lugar que requiere el suministro se podrá dimensionar correctamente la instalación solar, y de esta manera cubrir por completo la demanda energética con paneles solares si fuera necesario.
Cuidado del medioambiente
La energía solar es totalmente limpia al no generar ningún tipo de residuo. Además de no producir elementos perjudiciales para el medioambiente, tampoco genera contaminación acústica. A diferencia de otros generadores de energía como pueden ser los aerogeneradores, los paneles solares son completamente silenciosos, integrándose de manera idónea en todo tipo de entornos.
Creación de empleos
Las energías renovables son una apuesta segura en el futuro. Debido a la duración prácticamente eterna del sol, los empleos que se están creando en este sector tienen su vigencia asegurada de cara al futuro. La sostenibilidad y la eficiencia energética son factores que toman en cuenta cada vez más empresas, por lo que los empleos que se crearán alrededor de este sector se prevé que serán cada vez más numerosos.
Ahorro económico
La faceta económica es una de las principales ventajas de la energía fotovoltaica, sobre todo después de la derogación del impuesto al sol. La instalación es la barrera más grande, debido a la inversión inicial relativamente elevada. Sin embargo, el gasto se amortiza rápidamente al no existir costes de explotación y ahorrarnos el precio del suministro eléctrico tradicional. Su mantenimiento prácticamente nulo y la larga vida útil de los paneles (una media de 25 años) aseguran el retorno de la inversión inicial.
Además, al no depender del mercado se es inmune a las fluctuaciones del precio de la luz debido a la especulación o a circunstancias excepcionales.
Las ventajas económicas de las instalaciones solares no se limitan al ahorro en gastos. La posibilidad de generar electricidad de manera autónoma posibilita además vender el excedente, generando un pequeño ingreso para los poseedores de paneles.
Energía renovable
El sol es una estrella la que le quedan por delante miles de millones de años de vida, por lo que se puede considerar una fuente de energía prácticamente eterna. Esto y la amplia radiación solar con la que cuenta España nos aseguran un suministro continuo e ilimitado.
