El mayor o menor rendimiento de una instalación solar va a depender principalmente de la potencia generada a través de las placas solares y del voltaje de funcionamiento del sistema. Ahora bien, cabe destacar algunos aspectos generales con los que obtener un rendimiento añadido que claramente influirá en su productividad final.
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ToggleEmplear un cableado solar adecuado
Si no se atiende esta condición, el rendimiento global de una instalación solar puede generar resultados que estén por debajo de su potencial. A la hora de cubrir la distancia de las placas solares es conveniente emplear un cable solar que evite sobrecalentamientos y un deterioro prematuro. Además, esta situación hará que gran parte de la energía producida no se pierda hasta llegar al regulador.
El grosor del cableado resulta esencial, pero otra cuestión que no hay que pasar por alto hace referencia al tramo de cableado que existe entre la batería y el inversor. Cuando una de las fuentes conectadas al inversor (bomba de agua, electrodoméstico o similar) demanda una corriente de energía considerable, el cable debe ser capaz de resistirlo.
Así, con objeto de impedir pérdidas de energía y caídas de tensión, es aconsejable que la distancia de cableado entre batería e inversor no exceda de los 150 centímetros. De la misma manera, su grosor debe ser el adecuado para evitar posibles fallos, tomando como referencia la distancia y la cantidad de energía que recorrerá su interior.
Orientación e inclinación de paneles
El ángulo de inclinación y la orientación de los paneles solares están asociados a su rendimiento final. El objetivo es aprovechar al máximo la actividad solar y buscar la posición más efectiva para optimizar su radiación.
El sol incide de diferente manera de acuerdo a cada estación y la orientación dependerá de los meses de uso. Por ejemplo, en verano, los rayos solares llegan con mayor intensidad y, dado que el sol se encuentra a una altura superior, la tendencia es ajustar su inclinación a 30º.
Ahora bien, si la necesidad de consumir energía solar se hace latente todo el año, la solución es optar por la inclinación que proporcione mayor rendimiento durante el mes del año más problemático, diciembre. En este sentido, hay que tener en cuenta dos consideraciones: la latitud del lugar y que el sol se encuentra más cerca de la Tierra.
Paneles solares limpios
Las placas fotovoltaicas apenas precisan mantenimiento, algo que no las exime de una o dos inspecciones generales al año.
A la hora de producir energía se exponen a la radiación solar y a las inclemencias del tiempo, y lo habitual es que la propia lluvia las mantenga limpias y libres de corrosión.
Sin embargo, en periodos de escasa lluvia, aguaceros con barro o ambientes cargados de suciedad, polvo, arena o polución, lo aconsejable es limpiar los paneles ocasionalmente. Para ello, basta con utilizar agua y un producto limpiador no abrasivo.
Baterías en perfecto estado
- Las baterías deben ser revisadas cada 3 meses.
- Las descargas lentas consecuencia de restos acumulados en su parte superior pueden evitarse a través de sencillas limpiezas.
- Deben ser cargadas al máximo y verificar su sistema de sobrecarga para que no se queden inutilizadas antes de tiempo.
- Comprobar su nivel de líquido, que debe situarse en un marcado intermedio para evitar que su sistema de almacenaje pierda capacidad.
Conectar el inversor solo en temporadas de uso
Este dispositivo transforma la corriente continua en alterna para hacer factible el consumo diario de energía en viviendas, explotaciones ganaderas, agrícolas y demás. Con el fin de alargar su vida útil es preciso conectarlo en periodos de funcionamiento y desconectarlo durante el tiempo que no vaya a ser utilizado. El regulador, por su parte, es un mecanismo independiente que seguirá funcionando normalmente sin que esta actividad le afecte de algún modo.